lunes, 2 de marzo de 2020

Canción de Otoño en Primavera

COMENTARIO DE Rubén Darío

POEMA PERTENECIENTE A CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA



Juventud, divino tesoro, 
¡ya te vas para no volver! 
Cuando quiero llorar, no lloro... 
y a veces lloro sin querer... 

Plural ha sido la celeste 
historia de mi corazón. 
Era una dulce niña, en este 
mundo de duelo y de aflicción. 

Miraba como el alba pura; 
sonreía como una flor. 
Era su cabellera obscura 
hecha de noche y de dolor. 

Yo era tímido como un niño. 
Ella, naturalmente, fue, 
para mi amor hecho de armiño, 
Herodías y Salomé... 

Juventud, divino tesoro, 
¡ya te vas para no volver! 
Cuando quiero llorar, no lloro... 
y a veces lloro sin querer... 

Y más consoladora y más 
halagadora y expresiva, 
la otra fue más sensitiva 
cual no pensé encontrar jamás. 

Pues a su continua ternura 
una pasión violenta unía. 
En un peplo de gasa pura 
una bacante se envolvía... 

En sus brazos tomó mi ensueño 
y lo arrulló como a un bebé... 
Y te mató, triste y pequeño, 
falto de luz, falto de fe... 

Juventud, divino tesoro, 
¡te fuiste para no volver! 
Cuando quiero llorar, no lloro... 
y a veces lloro sin querer... 

Otra juzgó que era mi boca 
el estuche de su pasión; 
y que me roería, loca, 
con sus dientes el corazón. 

Poniendo en un amor de exceso 
la mira de su voluntad, 
mientras eran abrazo y beso 
síntesis de la eternidad; 

y de nuestra carne ligera 
imaginar siempre un Edén, 
sin pensar que la Primavera 
y la carne acaban también... 


1. Localización: autor, obra, movimiento y género

2. Resumen

3. Tema

4. Análisis métrico: en este apartado NO solo hablamos de la rima, sino también de figuras retóricas, así como los símbolos e imágenes que hemos estudiado del Modernismo, y en concreto, con Rubén Darío

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