sábado, 21 de septiembre de 2019

Las variedades de la lengua


CONOCIMIENTOS PREVIOS:
  • Lengua: realidad dinámica que está en continuo cambio y evolución. Es además una realidad heterogénea, es decir, no todos los hablantes de una comunidad lingüística emplean su lengua de la misma manera, sino que usan variedades distintas.
  • Una variedad o modalidad lingüística es una forma específica de lengua natural, caracterizada por un conjunto de rasgos lingüísticos usados por una determinada comunidad de hablantes vinculados entre sí por relaciones sociales, geográficas o culturales.

Las variedades lingüísticas son distintas formas que adquiere una misma lengua de acuerdo al lugar en que vive el hablante, a su edad y a su grupo social donde también influye el nivel de educación.

Las diferencias pueden estar relacionadas con el vocabulario, la entonación, la pronunciación o la confección de expresiones; y en general se manifiestan más claramente en la oralidad que en la escritura. De esta forma, cuando escuchamos hablar a alguien, podremos suponer en qué región reside, de qué grupo etario forma parte (es un niño, un adolescente, un adulto, un anciano) y qué nivel educativo tiene.



CLASIFICACIÓN DE LAS VARIEDADES DE LA LENGUA: 
  • Variedades diatópicas o geográficas: Los cambios de este tipo pertenecen a la variación diatópica y consisten en que existen variantes en la forma de hablar una misma lengua debido a la distancia geográfica que separa a los hablantes. Así, por ejemplo, en España le dicen cerillas al objeto que en América se denomina fósforos. A estos cambios de tipo geográfico se les llama dialectos y la ciencia que los estudia es la dialectología. Es importante aclarar que este término no tiene ningún sentido negativo, pues, ha sido común llamar dialecto a lenguas que supuestamente son “simples” o “primitivas”. Hay que tener presente, ante todo, que todas las lenguas del mundo, desde el punto de vista gramatical, se encuentran en igualdad de condiciones y que ningún idioma es más evolucionado que otro. Por eso, es ilógico afirmar que una lengua es mejor que otra.

  • Variedades sociales o diastráticas: Este tipo de variaciones comprenden todos los cambios del lenguaje producidos por el ambiente en que se desenvuelve el hablante. ​ Dentro de este ámbito, interesa sobre todo el estudio de los sociolectos, los cuales se deben a factores como la clase social, la educación, la profesión, la edad, la procedencia étnica, etc. En ciertos países donde existe una jerarquía social muy clara, el sociolecto de la persona es lo que define a qué clase social pertenece. En este apartado, tenemos que señalar la existencia de las jergas y el argot.

Una jerga es una variedad de la lengua que utilizan entre sí los miembros de un grupo que ejercen en el mismo oficio o profesión.
El argot es un tipo de jerga utilizada por un grupo social para no ser entendido del resto.

  • Variedades situacionales: Conocidas también como variaciones diafásicas, este tipo de variantes involucra cambios en el lenguaje a partir de la situación en que se encuentra el hablante. Como se sabe, no hablamos igual en una fiesta de amigos que en una actividad religiosa. Desde este punto de vista, lo que provoca el cambio es el grado de formalidad de las circunstancias. Tomando en consideración este factor, los especialistas hablan de la existencia de diversos registros o estilos. Los hablantes, al momento de expresarse, deben elegir un registro adecuado a la circunstancia en que se encuentra. No existe acuerdo en cuanto a cuántos y cuáles tipos de registros existen. Por lo general, se distinguen los siguientes: culto/formal; coloquial/informal; vulgar y estándar.


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