- El estudiante de Salamanca es un poema narrativo de 1.704 versos del autor Espronceda.
- Argumento:
La obra está dividida en cuatro (4) partes
Primera parte: comienza con una descripción de Salamanca y de Don Félix de Montemar (éste será la representación de don Juan). Don Félix enamora a doña Elvira, le quita su honra, se cansa de ella y la deja. Desde el primer acto don Félix desafía a Dios; parece no creer que exista un infierno.
Segunda parte: Doña Elvira le escribe una carta a su amado don Félix, al terminar la carta muere por tanta pena y dolor.
Tercera parte: Don Félix está jugando a las cartas, está perdiendo el juego y apuesta el retrato de pedrería. Don Félix no muestra importancia alguna por la dama que en está en el retrato, de hecho dice que la vende: “Eso a vos no importa nada./ ¿Queréis la dama? Os la vendo” Momento en el cual aparece don Diego de Pastrana hermano de Elvira y desafía a duelo a don Félix para vengar la muerte de su hermana.
Cuarta parte: Don Diego muere a manos de don Félix. Vuelve aparecer la imagen de Jesús, pero don Félix no muestra temor. Poco después de la muerte de don Diego aparece una mujer vestida de blanco y don Félix le ofrece su compañía, éste intenta hablar con la mujer, pero la misma no le responde, entonces decide seguirla para saber quien era esa hermosa mujer y hacia adonde se dirigía. Don Félix se enfrenta a Dios, momento en el cual se le quita su rebeldía.
Para sorpresa de don Félix la mujer lo guía hasta el cementerio, pero su curiosidad era tan grande que continuó persiguiéndola. Esta mujer lo ha llevado hasta una capilla en la cual don Félix contempla su propio entierro rodeado de esqueletos. Los esqueletos danzaban y decían que eran marido y mujer, que ya podía quitarle el velo a la novia, y cuando éste lo hace se queda pasmado al ver que era doña Elvira, “…aquella noche el diablo a Salamanca/ había en fin por Montemar venido!”.
- La obra incluye el mito de Don Juan que se ve reflejado en el personaje Don Félix de Montemar. Recordemos que este mito aparece en la obra de Tirso De Molina, El burlador de Sevilla o convidado de pierda (1616)y posteriormente, José Zorrilla, lo recrea de nuevo en su obra Don Juan Tenorio (1844)
- Hay que destacar como elementos propios del romanticismo la locura del protagonista, la impresionante ronda espectral, la visión del propio entierro y la mujer transformada en esqueleto
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