Dentro
de la poesía cancioneril destacamos principalmente a tres autores: el marqués
de Santillana, Juan de Mena y sobre todo, Jorge Manrique que veremos en la
siguiente sesión.
- El marqués de Santillana:
Llamado
Íñigo López de Mendoza, impulsó la renovación de la poesía castellana,
introduciendo estructuras métricas. En
su producción, distinguimos varios subgéneros poéticos: canciones; decires
(destacan los plantos o las elegías fúnebres); las serranillas (ocho
composiciones en las que un caballero narra en primera persona su encuentro con
una pastora o serrana, a la que intenta conquistar) y los sonetos (Santillana
escribe 42 sonetos que constituyen la primera
tentativa de aclimatación del soneto en lengua castellana)
El infierno de los enamorados, es un decir que se inspira en la Divina comedia de
Dante. El yo poético, perdido en una montaña, es asaltado por un puerco salvaje
y conducido a un castillo donde es testigo de los tormentos a los que son
sometidos célebres amantes de la mitología: Orfeo y Eurídice. La obra termina
con la renuncia del emisor al amor.
- Juan de Mena:
La
obra más destacada es Laberinto de
Fortuna. Es un extenso poema conocido también como Las Trescienta. El emisor es conducido por una doncella (la
Providencia) al palacio de Fortuna. Allí contempla las ruedas del tiempo: la
del pasado y el futuro están quietas, mientras que la del presente gira sin
cesar. La voz poética examina las virtudes y defectos de los personajes históricos
o contemporáneos situados en las ruedas.
El
poema parece una reflexión sobre la variabilidad de la Fortuna y su relación
con la Providencia divina. Conforme avanzan las estrofas, se convierte en una
obra política que exalta la figura del rey Juan II de Castilla y de su valido,
Álvaro de la Luna.
El
Laberinto de Fortuna consta de trescientas coplas de arte mayor, cada una de
las cuales formada por ocho versos dodecasílabos con rima consonante según el
esquema: 12A 12B 12B 12A 12A 12C 12C 12A. Utiliza en sus poemas el hipérbaton y
la incorporación de constantes latinismos y construyó una lengua poética
apartada radicalmente de la lengua común.
Enlace directo de la obra El Laberinto de Fortuna:
http://www.biblioteca.org.ar/libros/131692.pdf
Enlace directo de la obra El Laberinto de Fortuna:
http://www.biblioteca.org.ar/libros/131692.pdf
Análisis del siguiente fragmento de dicha obra:
- Intención comunicativa
- Métrica
- Elementos de cohesión
- Figuras literarias
Al muy prepotente don Juan el segundo,
aquel con quien Júpiter tuvo tal zelo
que tanta de parte le fizo del mundo
quanta a sí mesmo se fizo del çielo,
al gran rey de España, al Çésar novelo;
al que con Fortuna es bien fortunado,
aquel en quien caben virtud e reinado;
a él, la rodilla fincada por suelo.
Tus casos falaçes, Fortuna, cantamos,
estados de gentes que giras e trocas,
tus grandes discordias, tus firmezas pocas,
y los que en tu rueda quexosos fallamos;
fasta que al tempo de agora vengamos
de fechos pasados cobdiçia mi pluma
y de los presentes fazer breve suma:
y dé fin Apolo, pues nos començamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario