jueves, 30 de enero de 2020

Actividad: El estudiante de Salamanca

  • El estudiante de Salamanca es un poema narrativo de 1.704 versos del autor Espronceda.
  • Argumento:
La obra está dividida en cuatro (4) partes

Primera parte: comienza con una descripción de Salamanca y de Don Félix de Montemar (éste será la representación de don Juan). Don Félix enamora a doña Elvira, le quita su honra, se cansa de ella y la deja. Desde el primer acto don Félix desafía a Dios; parece no creer que exista un infierno.

Segunda parte: Doña Elvira le escribe una carta a su amado don Félix, al terminar la carta muere por tanta pena y dolor.

Tercera parte: Don Félix está jugando a las cartas, está perdiendo el juego y apuesta el retrato de pedrería. Don Félix no muestra importancia alguna por la dama que en está en el retrato, de hecho dice que la vende: “Eso a vos no importa nada./ ¿Queréis la dama? Os la vendo”  Momento en el cual aparece don Diego de Pastrana hermano de Elvira y desafía a duelo a don Félix para vengar la muerte de su hermana.

Cuarta parte: Don Diego muere a manos de don Félix. Vuelve aparecer la imagen de Jesús, pero don Félix no muestra temor. Poco después de la muerte de don Diego aparece una mujer vestida de blanco y don Félix le ofrece su compañía, éste intenta hablar con la mujer, pero la misma no le responde, entonces decide seguirla para saber quien era esa hermosa mujer y hacia adonde se dirigía. Don Félix se enfrenta a Dios, momento en el cual se le quita su rebeldía. 

Para sorpresa de don Félix la mujer lo guía hasta el cementerio, pero su curiosidad era tan grande que continuó persiguiéndola. Esta mujer lo ha llevado hasta una capilla en la cual don Félix contempla su propio entierro rodeado de esqueletos. Los esqueletos danzaban y decían que eran marido y mujer, que ya podía quitarle el velo a la novia, y cuando éste lo hace se queda pasmado al ver que era doña Elvira, “…aquella noche el diablo a Salamanca/ había en fin por Montemar venido!”. 

  • La obra incluye el mito de Don Juan que se ve reflejado en el personaje Don Félix de Montemar. Recordemos que este mito aparece en la obra de Tirso De Molina, El burlador de Sevilla o convidado de pierda (1616)y posteriormente, José Zorrilla, lo recrea de nuevo en su obra Don Juan Tenorio (1844)
  • Hay que destacar como elementos propios del romanticismo la locura del protagonista, la impresionante ronda espectral, la visión del propio entierro y la mujer transformada en esqueleto

miércoles, 29 de enero de 2020

Comentario: José Zorilla

Lee el siguiente fragmento de la obra, Don Juan Tenorio, y contesta a las preguntas:

1. Contextualización: autor, obra, movimiento literario, género, localización del fragmento

2. Resumen y tema

3. Personajes

4. Características del movimiento literario



Modelo de comentario


      1.  LOCALIZACIÓN

El fragmento que vamos a comentar, corresponde a la obra literaria Don Álvaro o la fuerza del sino, cuyo autor es Ángel Saavedra, dramaturgo conocido como Duque de Rivas. Dicha obra fue estrenada en 1835, considerándose la más emblemática del Romanticismo español. Su estreno, marca la consolidación de este movimiento en nuestro país.

Dicho fragmento se corresponde con el acto I, momento inicial en el que se desarrolla la muerte del Marqués de Calatrava tras el disparo al techo de don Álvaro.

La obra mencionada pertenece al drama romántico presentando características formales de dicho drama. Se puede observar, cómo estas características rompen con la rigidez de las obras neoclásicas que estaban presentes en la Ilustración, y también, presenta un contexto histórico  donde aparecen conflictos sociales y políticos de la época.

Además, podemos apreciar ciertas características dominantes en dicho género. Por ejemplo, la trama de Don Álvaro está construida con un apasionado argumento melodramático, destinado a un sino fatal, como aparecía en el teatro romántico.

Por otro lado, podemos apreciar en la obra la ruptura de las 3 unidades aristotélicas, aquellas tres unidades que se llevaban a cabo en el siglo anterior: espacio, tiempo y acción. La obra en cuestión se desarrolla en distintos espacios, ejemplo de ello es el viaje a Italia de don Álvaro y su regreso a España, exactamente, cuando don Álvaro se reta en duelo con don Álfonso cerca de la ermita en la que se encuentra doña Leonor.

También cabe destacar la artificiosidad formal, el tema principal del amor absoluto más allá del bien y del mal o la venganza e incluso, de manera trascendental, el destino trágico que perseguirá a los personajes.

Así pues, el héroe romántico, en este caso don Álvaro, se presenta como un hombre misterioso, guiado por sus ideales y por el amor, pero cuyos deseos de felicidad chocan con una realidad que lo convierte en un ser insatisfecho.

2. TEMA Y RESUMEN

Tras la discusión entre el Marqués de Calatrava con su hija, Don Álvaro se arremete para señalar que la culpa era suya. Tras esto, tira la pistola al suelo como  signo de sumisión, disparándose esta por sí sola e hiere al marqués cayendo moribundo.

Por lo tanto el tema es, la muerte de el Marqués de Calatrava y la angustia de su hija, doña Leonor.

3. PERSONAJES QUE APARECEN

- Don Álvaro: personaje principal, héroe romántico por excelencia.
- Doña Leonor: enamorada de don Álvaro y causa de tantos desastres, destinada a la fatalidad desde el momento en que se enamora.
- El marqués de Calatrava: padre de doña Leonor, don Carlos y de don Alfonso. Representa la mentalidad rígida de la sociedad, por lo que se opone al matrimonio de una hija con un desconocido.

4. CARACTERÍSTICAS DEL MOVIMIENTO LITERARIO

En esta pregunta, podéis desarrollar todo lo que queráis sobre dicho movimiento, el Romanticismo. Ideas para ello:
  • ·        Sus características
  • ·        Autores destacados son sus obras
  • ·        Oposición con el siglo anterior
Por ejemplo:

El movimiento literario al que pertenece Don Álvaro o la fuerza del sino es el Romanticismo. El drama romántico desembarca en España con algunos años de retraso respecto a otros países europeos. Representó una nueva actitud ante la vida, una rebelión del individuo contra la rigidez de los principios ilustrados. Los románticos defendieron la intuición, los sentimientos y el genio. 

El espíritu romántico aparece por la exaltación del yo, que lleva al subjetivismo. La primacía de los sentimientos frente a la razón está relacionada con la naturaleza, que simbolizará el estado de ánimo (por ello nos encontramos la mayoría de los pasajes de la obra en la noche más oscura). Igualmente, son frecuentes los deseos de evasión a lugares exóticos.



(Ábrese la puerta con estrépito después de varios golpes en ella, y entra EL MARQUÉS en bata y gorro con un espadín desnudo en la mano, y detrás dos criados mayores con luces)
MARQUÉS. (Furioso.) Vil seductor... hija infame.
DOÑA LEONOR. (Arrojándose a los pies de su padre.) ¡Padre!!! ¡padre!!!
MARQUÉS. No soy tu padre... aparta... Y tú, vil advenedizo...
DON ÁLVARO. Vuestra hija es inocente... Yo soy el culpado... Atravesadme el pecho. (Hinca una rodilla.)
MARQUÉS. Tu actitud suplicante manifiesta lo bajo de tu condición...
DON ÁLVARO. (Levantándose.) ¡Señor marqués!... ¡Señor marqués!
MARQUÉS. (A su hija.) Quita, mujer inicua. (A Curra, que le sujeta el brazo.) ¿Y tú, infeliz... osas tocar a tu señor? (A los criados.) Ea, echaos sobre ese infame, sujetadle, atadle...
DON ÁLVARO. (Con dignidad.) Desgraciado del que me pierda el respeto. (Saca una pistola y la monta.)
DOÑA LEONOR. (Corriendo hacia don Álvaro.) ¡Don Álvaro!... ¿qué vais a hacer?
MARQUÉS. Echaos sobre él al punto.
DON ÁLVARO. Ay de vuestros criados si se mueven; vos sólo tenéis derecho para atravesarme el corazón.
MARQUÉS. ¡Tú a morir a manos de un caballero? No, morirás a las del verdugo.
DON ÁLVARO. ¡Señor marqués de Calatrava!... Mas ¡ah! no: tenéis derecho para todo... Vuestra hija es inocente... tan pura como el aliento de los ángeles que rodean el trono del Altísimo. La sospecha a que puede dar origen mi presencia aquí a tales horas concluya con mi muerte; salga envolviendo mi cadáver como si fuera mortaja... Sí, debo morir... pero a vuestras manos. (Pone una rodilla en tierra.) Espero resignado el golpe, no lo resistiré: ya me tenéis desarmado. (Tira la pistola, que al dar en tierra se dispara y hiere al marqués, que cae moribundo en los brazos de su hija y de los criados, dando un alarido.)
MARQUÉS. Muerto soy... ¡ay de mí!...
DON ÁLVARO. ¡Dios mío! ¡Arma funesta! ¡Noche terrible!
DOÑA LEONOR. ¡Padre, padre!
MARQUÉS. Aparta; sacadme de aquí... donde muera sin que esta vil me contamine con tal nombre...
DOÑA LEONOR. ¡Padre!...
MARQUÉS. Yo te maldigo. (Cae LEONOR en brazos de DON ÁLVARO, que la arrastra hacia el balcón.)


Don Álvaro o la fuerza del sino
Acto I, escena VIII





martes, 28 de enero de 2020

lunes, 27 de enero de 2020

Comentario: drama romático


El sino fatal

(Ábrese la puerta con estrépito después de varios golpes en ella, y entra EL MARQUÉS en bata y gorro con un espadín desnudo en la mano, y detrás dos criados mayores con luces)
MARQUÉS. (Furioso.) Vil seductor... hija infame.
DOÑA LEONOR. (Arrojándose a los pies de su padre.) ¡Padre!!! ¡padre!!!
MARQUÉS. No soy tu padre... aparta... Y tú, vil advenedizo...
DON ÁLVARO. Vuestra hija es inocente... Yo soy el culpado... Atravesadme el pecho. (Hinca una rodilla.)
MARQUÉS. Tu actitud suplicante manifiesta lo bajo de tu condición...
DON ÁLVARO. (Levantándose.) ¡Señor marqués!... ¡Señor marqués!
MARQUÉS. (A su hija.) Quita, mujer inicua. (A Curra, que le sujeta el brazo.) ¿Y tú, infeliz... osas tocar a tu señor? (A los criados.) Ea, echaos sobre ese infame, sujetadle, atadle...
DON ÁLVARO. (Con dignidad.) Desgraciado del que me pierda el respeto. (Saca una pistola y la monta.)
DOÑA LEONOR. (Corriendo hacia don Álvaro.) ¡Don Álvaro!... ¿qué vais a hacer?
MARQUÉS. Echaos sobre él al punto.
DON ÁLVARO. Ay de vuestros criados si se mueven; vos sólo tenéis derecho para atravesarme el corazón.
MARQUÉS. ¡Tú a morir a manos de un caballero? No, morirás a las del verdugo.
DON ÁLVARO. ¡Señor marqués de Calatrava!... Mas ¡ah! no: tenéis derecho para todo... Vuestra hija es inocente... tan pura como el aliento de los ángeles que rodean el trono del Altísimo. La sospecha a que puede dar origen mi presencia aquí a tales horas concluya con mi muerte; salga envolviendo mi cadáver como si fuera mortaja... Sí, debo morir... pero a vuestras manos. (Pone una rodilla en tierra.) Espero resignado el golpe, no lo resistiré: ya me tenéis desarmado. (Tira la pistola, que al dar en tierra se dispara y hiere al marqués, que cae moribundo en los brazos de su hija y de los criados, dando un alarido.)
MARQUÉS. Muerto soy... ¡ay de mí!...
DON ÁLVARO. ¡Dios mío! ¡Arma funesta! ¡Noche terrible!
DOÑA LEONOR. ¡Padre, padre!
MARQUÉS. Aparta; sacadme de aquí... donde muera sin que esta vil me contamine con tal nombre...
DOÑA LEONOR. ¡Padre!...
MARQUÉS. Yo te maldigo. (Cae LEONOR en brazos de DON ÁLVARO, que la arrastra hacia el balcón.)


Don Álvaro o la fuerza del sino
Acto I, escena VIII

1. Localización: autor, obra, época, movimiento literario y género
2. Tema y resumen (del fragmento a comentar, no de la obra entera)
3. Personajes que aparecen (caracterización)
4. Explicar las características del movimiento literario (el Romanticismo)

Análisis morfológico y clasificación de las siguientes palabras:

  • Perrera
  • Esperación
  • Platos
  • Servilletero
  • Cortauñas
  • Anaranjado
  • Coche
  • Aguafiestas
  • Encariñar
  • Despeinar
  • Flautista
  • Sol